Conceptos    biogeográficos
   (http://zoo.bio.ufpr.br/diptera/bz023/conceitos_biogeograficos.htm)
Elementos No.41, Vol. 8,    Marzo-Mayo 2001 
    Raúl Contreras Medina.  
Isolda Luna Vega.  
Juan J. Morrone.
  
Los    cambios en métodos son las armas más poderosas del progreso. Encontrar un    hecho nuevo puede ser muy importante para la ciencia, pero desarrollar un    nuevo método para interpretar globalmente hechos del pasado, presente y en    parte, al menos, del futuro, es aún más importante. Las ventajas de un método    nuevo son aseveradas razonablemente sobre la base de su eficiencia. Nunca ha    habido un caso en toda la historia de la ciencia en que un método más    eficiente haya sido descartado por uno menos eficiente (León Croizat, 1964).    
La    biogeografía es la disciplina que estudia la distribución de los seres vivos,    tanto en el tiempo como en el espacio, considerando también los procesos que    dieron lugar a dicha distribución. Básicamente esta disciplina presenta dos    vertientes: la biogeografía histórica y la biogeografía ecológica (Morrone y    cols., 1996).     
 Dentro de la biogeografía histórica contemporánea existen tres    enfoques para explicar la distribución de los seres vivos, a saber: el    dispersalismo, la panbiogeografía y la biogeografía cladística. De ellos, el    más antiguo es la biogeografía dispersalista, la cual se considera que se    originó a partir de las ideas de Darwin y Wallace a mediados del siglo XIX    (Crisci y Morrone, 1992). Este enfoque trabaja con taxones individuales, en el    sentido de que son los organismos los que se dispersan sobre una geografía    estable.     
 Como reacción a la biogeografía dispersalista, a mediados del siglo    XX surge la panbiogeografía, la cual fue propuesta originalmente por León    Croizat (1958). Este autor hizo énfasis en el análisis conjunto de diferentes    taxones para buscar patrones comunes de distribución, evitando analizar un    solo taxón como se hacía tradicionalmente. Esto se debe a que organismos    con distintas capacidades de dispersión pueden    compartir similitudes en sus distribuciones, ya que cualquier distribución en    plantas de alguna u otra forma tiene su contraparte en los animales (Craw y    cols., 1999). A partir de la combinación de la panbiogeografía con la    sistemática filogenética de Willi Hennig, surge la biogeografía cladística en    la década de los setenta (Espinosa y Llorente, 1993; Morrone y cols., 1996). A    pesar de las diferencias conceptuales y metodológicas entre los enfoques de la    biogeografía dispersalista y de la panbiogeografía, en ocasiones se confunden    algunos de sus términos. Nuestro objetivo es comentar y diferenciar algunos    conceptos de ambas escuelas a partir de nuestras experiencias docentes con los    estudiantes de los cursos de biogeografía.
    
DISPERSIÓN     VERSUS     MOVILIDAD
    
En un sentido amplio, el término    dispersión implica el proceso mediante el cual un organismo es capaz de    propagarse desde su lugar de origen hacia otro sitio (Udvardy, 1969). En el    idioma inglés existen dos términos diferentes que a veces se confunden, pero    que implican conceptos completamente distintos: dispersal y dispersion; ambas    palabras hacen referencia a la dispersión en español. La primera se refiere al    movimiento azaroso a grandes distancias y atravesando barreras, que lleva a    que la especie se establezca en nuevos sitios que antes no habitaba; por esta    razón varios autores que escriben en español prefieren utilizar el nombre de    biogeografía dispersalista en lugar de biogeografía dispersionista (e.g.    Crisci y Morrone, 1992; Morrone y cols., 1996; Morrone, 2000), debido a que el    primero se ajusta mejor al proceso más importante en esta escuela    biogeográfica.     
Dispersion implica la expansión gradual    del área de distribución bajo condiciones favorables del medio, lo que permite    la ampliación del área de distribución original de una especie sin atravesar    barreras. Sin embargo, en nuestro idioma un solo término (dispersión) alude a    ambos conceptos y no existe diferencia entre ellos, por lo que no es raro que    exista confusión. Desde el punto de vista de Croizat, los organismos de una    especie presentan una etapa de movilidad que consiste precisamente en la    expansión del área de distribución original a todas las áreas con condiciones    favorables posibles sin que intervengan barreras, generación tras generación    (Figura 1A), lo que se podría definir como difusión a zonas adyacentes al    sitio original de distribución de una especie (Espinosa y Llorente, 1993; Craw    y cols., 1999). Como puede observarse, la movilidad no se relaciona con la    dispersión de la escuela dispersalista, proceso que involucra el traslado a    través de barreras (Figura 1B). Si comparamos los dos términos del inglés con    los enfoques biogeográficos, dispersion equivaldría a la etapa de movilidad en    ausencia de barreras propuesta en la panbiogeografía, mientras que dispersal    implicaría el proceso de cruzar barreras de la biogeografía dispersalista.    
   CENTRO DE    ORIGEN VERSUS CENTRO DE MASA     
   
Uno de los conceptos fundamentales de la    biogeografía dispersalista se refiere al sitio particular del planeta donde se    originó un determinado taxón –denominado centro de origen– a partir del cual    se dispersó y adquirió su distribución actual (Croizat y cols., 1974). Aunque    el significado de este concepto no representaría problema alguno, los    criterios que se han utilizado para establecerlo son muy variables. Cain    (1944) discutió trece criterios diferentes para reconocer centros de origen,    los que en ocasiones pueden ser contradictorios entre sí al analizar el sitio    probable de origen de un taxón. Ya en 1909, Adams (en Cain, 1944) reconoció    que un criterio puede tener gran peso en algunos casos,    mientras que para otros grupos no tiene valor. Para mencionar    algunos ejemplos, tomemos el género Pinus, la familia de las cactáceas, los    marsupiales y el género Pseudotsuga. Los pinos están ampliamente distribuidos    en el hemisferio norte. Según el criterio de ubicar el centro de origen de un    taxón en el sitio con su mayor diversidad, este centro debería localizarse en    México, debido a que es en nuestro país donde habita el mayor número de    especies de pinos. Sin embargo, actualmente se considera que México es un    centro de diversificación secundario. Para las cactáceas sucede algo similar,    ya que México representa el país con mayor diversidad, pero se ha considerado    que la parte norte de América del Sur es el centro de origen de la familia,    según el criterio de localización de las formas más primitivas del grupo. En    el caso de los marsupiales, Australia es el país con su mayor diversidad y por    ello podría considerarse como su centro de origen, sin embargo, algunos    autores sostienen que el estado norteamericano de Utah es el centro de origen    del grupo, debido a que de ese lugar proviene el fósil de marsupial más    antiguo conocido.    
   
   El    género Pseudotsuga presenta una distribución disyunta entre el norte de    América y el este de Asia, considerándose al estado mexicano de Coahuila como    el centro de origen (Figura 2A), basándose en el registro fósil más antiguo    que se conoce (Domínguez, 1994). Aunque existen otros problemas asociados con    el concepto de centro de origen, como las ideas de dominancia, razas    favorecidas y de dispersión a través de barreras, la falta de un solo criterio    para reconocer tales centros es el mayor problema de la biogeografía    dispersalista, sobre todo si se considera que en este enfoque una de las    tareas fundamentales es precisamente determinar el centro de origen de los    taxones estudiados (Croizat y cols., 1974). En relación con los centros de    origen, cabría hacer una aclaración. Suele pensarse que los biólogos que no    siguen los principios de la escuela dispersalista, como aquellos que aplican    los métodos de la biogeografía cladística y la panbiogeografía, niegan    rotundamente que las especies se hayan originado en un área determinada. Ésta    es una idea errónea, porque dichos biólogos no niegan la existencia de áreas    donde se originaron las especies, pero determinar su ubicación no constituye    un tema central de sus investigaciones, enfocadas más bien a la búsqueda de    patrones comunes y no de historias biogeográficas individuales.   
Para    ilustrar lo anterior, consideremos el caso de ciertos taxones que habitaron    una parte de la Gondwana, específicamente África y América del Sur. Cuando    estos continentes derivaron, separaron algunas poblaciones originalmente    continuas de ciertos taxones. ¿Cuál sería su centro de origen? Actualmente no    existe como tal el área original de distribución de dichos taxones, sin    embargo existió y no carecería de interés encontrarlo, el problema sería   ¿cómo?         
El    centro de masa es un concepto panbiogeográfico que se refiere al sitio donde    se encuentra la máxima concentración de diversidad de un taxón dentro de su    área de distribución (Craw y cols., 1999). Junto con la línea de base y el    análisis filogenético, constituyen los criterios para orientar o dar dirección    al trazo individual de un taxón (Espinosa y Llorente,    1993).         
El    centro de masa presenta el inconveniente de tener cierta similitud con el    criterio de mayor diversidad para ubicar los centros de origen, por lo que    frecuentemente se los confunde. Sin embargo, en el método panbiogeográfico, el    centro de masa es el sitio a partir del cual se orienta el trazo, mas no el    lugar en el que se originó el taxón y desde donde se dispersaron    posteriormente los individuos pertenecientes al mismo.           
En    la Figura 2B se muestra el trazo individual del género Araucaria, el cual fue    orientado tomando en cuenta el criterio de centro de masa, ubicado en Nueva    Caledonia, debido a que en esta isla habitan trece de las diecinueve especies    conocidas (Setoguchi y cols., 1998); las líneas indican relación entre áreas y    no la dirección de la dispersión.        
RUTAS DE DISPERSIÓN VERSUS DIRECCIÓN DE LOS    TRAZOS     
En    la biogeografía dispersalista, las rutas de dispersión representan un concepto    que se refiere a los caminos que recorrie ron y atravesaron los individuos de    cierto taxón para alcanzar su distribución actual, a partir de su centro de    origen. En la literatura dispersalista dichas rutas generalmente se    representan en una figura donde aparecen las áreas de distribución y una serie    de flechas que indican la dirección de las rutas recorridas (Figura 2A). Por    otro lado, cuando se dibuja un trazo individual en un mapa, su dirección u    orientación se representa mediante una serie de flechas que conectan las    localidades o las áreas de distribución del taxón (Figura 2B).    Conceptualmente, el trazo individual representa el lugar en el espacio donde    ocurre la evolución de un taxón (Morrone y cols., 1996). Si se comparan ambas    figuras, es notoria cierta similitud gráfica entre ellas; sin embargo,    conceptualmente son completamente diferentes. En el primer caso, la ruta de    dispersión indica la secuencia e historia de la dispersión, mientras que en el    segundo, el trazo indica la relación de localidades o áreas como se comentó    anteriormente, y no se analiza aisladamente, sino que se compara con los    trazos de otros organismos pertenecientes a taxones diferentes. Pese a que la    diferencia entre estos conceptos es importante, algunos autores como Savage    (1982) han considerado a los trazos como rutas de dispersión. Con respecto a    las rutas de dispersión, los peces de agua dulce representaron un serio    problema para los biogeógrafos de la primera mitad del siglo XX, ya que era    difícil de imaginar el movimiento de algunos peces a través de tierras y mares    para alcanzar su distribución actual, particularmente en el caso de ciertos    grupos de peces que actualmente están separados por una gran masa de agua    salada y cuyas relaciones indican que están emparentados. En este sentido, los    métodos de la panbiogeografía representan una ventaja, al plantear que los    continentes se mueven y llevan consigo a los seres vivos, permitiendo además    considerar la existencia de biotas ancestrales.        
AMANERA DE    CONCLUSIÓN       
A    pesar de que ciertos términos y conceptos aparentan ser lo mismo o estar    relacionados, como sucede con los comentados anteriormente, ellos implican    principios y métodos diferentes aplicados en distintas escuelas    biogeográficas.        
En    parte esto se debe, tal vez, a que las representaciones gráficas son    similares, por lo que los conceptos pueden confundirse, pero sus implicaciones    biogeográficas son totalmente distintas. Si, por ejemplo, observamos de manera    aislada el trazo individual de un taxón particular, se puede interpretar    erróneamente como la señalización de sus rutas de dispersión y centro de    origen, mientras que en la panbiogeografía el análisis se realiza con varios    taxones en forma conjunta, tratando de develar la existencia de biotas    ancestrales y no de estudiar historias biogeográficas individuales, como    sucede en la escuela dispersalista. La panbiogeografía de Croizat vino a    revolucionar la biogeografía, al reconocer las insuficiencias de los métodos    dispersalistas y sugerir un método significativamente más apropiado (Morrone,    2000).         
Éste    permite analizar áreas de distribución conjuntas de diversos organismos,    buscar relaciones espaciales entre las mismas y reconocer los nodos, los    cuales son áreas que representan fragmentos bióticos y geológicos ancestrales    distintos, que se relacionan en espacio y tiempo como respuesta a algún cambio    tectónico (Crisci y Morrone, 1992).         
En    este contexto, la vicarianza representa el proceso causal primario en la    biogeografía histórica, mientras que la dispersión es un fenómeno secundario    (Croizat y cols., 1974). Los patrones de distribución biótica que actualmente    observamos son el resultado de una compleja interacción entre la evolución de    la Tierra y la evolución de los seres vivos. La aplicación de métodos modernos    en la biogeografía histórica, como los de la panbiogeografía, nos ayudan a    develar parte de esta compleja historia.      
AGRADECIMIENTOS     
Los autores desean    expresar su agradecimiento a Adrián Nieto y a Othón Alcántara por sus valiosas    sugerencias al manuscrito. El presente trabajo fue apoyado parcialmente por    los proyectos PAPITT IN205799 de DGAPAUNAM, y 31879N de    CONACYT    
GLOSARIO     
Biota : conjunto de    seres vivos (plantas, animales, hongos, algas y microorganismos) que habitan    una determinada área geográfica.         
Gondwana : antiguo    continente del periodo Jurásico (aproximadamente hace 136 millones de años)    que se originó por el rompimiento del supercontinente Pangea y que agrupaba a    América del Sur, África, Australia, Nueva Zelanda, India y la    Antártida.        
Taxones: grupo de seres    vivos de cualquier nivel en la jerarquía linneana (por ejemplo: Homo sapiens,    mamíferos, angiospermas, etcétera).        
Vicarianza :    fenómeno por el cual el surgimiento de una barrera divide a una población o    una biota en dos o más fragmentos, permitiendo que con el paso del tiempo cada    uno evolucione aisladamente      
REFERENCIAS
Cain, SA , Foundations of plant geography, Hafner    Press, Nueva York, 1944.   
Craw, RC , Grehan, JRy Heads, MJ , Panbiogeography: Tracking    the history of life, Oxford University Press, Nueva York, 1999.   
Crisci    JVy Morrone, JJ , “Panbiogeografía y biogeografía    cladística: Paradigmas actuales de la biogeografía histórica”, Ciencias,    númespecial 6, 1992, pp87-97.   
Croizat, L    , Panbiogeography, publicado por el autor, Caracas, 1958.   
Croizat, L , Nelson, Gy    Rosen, D E , “Centers of origin and related concepts”, Systematic Zoology,    Vol23, Núm2, 1974, pp265-287.   
Domínguez, F A , Análisis    históricoecológico de los bosques de Pseudotsuga en México, SARH, México,    folleto técnico núm23. 1994.   
Espinosa,    Dy Llorente , J , Fundamentos de    biogeografías filogenéticas, UNAM, CONABIO, México, 1993.
Morrone, J J , “Entre el escarnio y el encomio: Léon Croizat y la    panbiogeografía”, Interciencia, Vol. 25,    núm1, 2000, pp 41-47.   
Morrone, J    J , Espinosa, Dy Llorente, J , Manual    de biogeografía histórica, UNAM, México, 1996.
Savage, J. , “The enigma of the Central American herpetofauna:    Dispersal or vicariance?”, Annals of the Missouri Botanical Garden, Vol69, núm3, 1982,   pp.464-547.   
Setoguchi, H. , Asakawa, T. , Pintaud, J. C. , Jaffré, T.y   Veillon, J. M. , “Phylogenetic    relationships within Araucariaceae based on rbcL gene sequences”, American    Journal of Botany, Vol.85, núm.11, 1998, pp.1507-1516   
Udvardy,    M. D. F. , D ynamic    zoogeography, Van Nostrand Reinhold Company, Nueva York, 1969.        
Raúl    Contreras Medina, Isolda Luna Vega y Juan J.Morrone son profesores del Departamento de    Biología de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de    México